Red Inteligente *
Luís Ángel Fernández Hermana - @luisangelfh
24 septiembre, 2014
Enredando.com – Barcelona. 8 de abril de 2002
Una red inteligente es aquella que:
– se construye alrededor de objetivos concretos,
– integrada por la gente interesada o designada para alcanzar esos objetivos,
– dotada de un espacio virtual
– asistido por moderadores y gestores de conocimiento en red,
– donde toda la actividad queda registrada y organizada en una base de conocimiento común, gestionada, estructurada, buscable y diseminable (comunicación digital).
Si tiene estas características, quiere decir que en la producción de información y conocimiento de la red inteligente, en cuanto punto de encuentro de la demanda y oferta expresada por sus integrantes, tanto los gestores como los participantes desarrollan (y aprenden a desarrollar) las siguientes aptitudes:
– Estrategia en la búsqueda y tratamiento de la información
– Organizar flujos de información
– Organizar colectivos
– Trabajar en colaboración y en contextos pertinentes
– Aprovechar la inteligencia distribuida
– Extraer experiencias de los fracasos
– Intentar cosas nuevas (hacer cosas sabidas ex-novo, o hacer cosas no sabidas que sólo se pueden hacer en red)
– Hacer cosas que enlazan y se relacionan con otros recursos: humanos, materiales, conceptuales, informativos, económicos…
– Experimentar fórmula PIC (participación+interacción+crecimiento): crear valor entre la comunidad
– Funcionar en entornos inestables
– Desarrollar nuevos indicadores (métrica virtual)
– Crear espacios nuevos de comunicación
– Diseñar sistemas de información de acuerdo a sus posibles usuarios
– Promover la interactividad: modificación del proceso de producción de información y conocimiento según la demanda
– Explotar los recursos que se crean
– Aprender: a trabajar en red y extraer la síntesis de lo que hago en la red
– Buscar nuevas oportunidades
– Explorar las diferencias (algunas aptitudes se parecen, pero no son lo mismo)
El resultado tangible de todo esto en la red inteligente es un registro con:
– Información y conocimiento original (bien escaso)
– Contrastada
– Verificada
– Referenciada
– Fiable
Esto supone:
1) un ahorro de tiempo enorme (no tengo que comprobar cada item de información que me encuentro en la red),
2) un aumento considerable de la productividad (trabajo con la información que necesito, que me interesa y con la gente capaz de proporcionarla),
3) una optimización notable de los recursos.
El valor máximo que se potencia, pues, es la atención (el bien más escaso).
Una red inteligente, por tanto, es el revés de Internet desde el punto de vista de las características de ésta, de su funcionalidad y de su más habitual forma de uso. Para buscar información en Internet tengo que usar buscadores (no sé dónde está la información, ni si es original, contrastada, pierdo tiempo, cuesta construir los recursos que necesito, etc.). Para buscar información en la red inteligente, en cambio, tengo que promover que ésta la produzca y que se convierta en conocimiento a través de las interacciones y de la gestión para generar productos de síntesis de las interacciones (de ahí su inteligencia). Por eso decimos que la potencia de una red inteligente se multiplica por el cuadrado de sus nodos (sus puntos de conexión con otras redes de similares características).
Todo se resume en dos principios básicos:
1) la red inteligente que tenga participantes inteligentes, gana.
2) la red inteligente que haga más inteligentes a sus participantes inteligentes, gana más.
O, dicho de otra manera:
Haz el trabajo que debes hacer.
Haz el trabajo como debes hacerlo.
Esto constituye la base de la Economía del Conocimiento, la Nueva Economía, la Sociedad del Conocimiento o como queramos llamar a lo que no es lo que hemos tenido hasta ahora y que todavía aprieta y ahoga.
* [Material para un seminario sobre Redes Inteligentes y Gestión de Conocimiento en Red impartido desde Enredando.com]