Un año bajo el volcán

Luís Ángel Fernández Hermana - @luisangelfh
18 septiembre, 2018
Editorial: 239
Fecha de publicación original: 31 octubre, 2000

No se aprende de machucho, sino de muchacho

Cuando Ramana Rao desplegó Yahoo en la pantalla, a todos los participantes en la I Jornada en.red.ando nos invadió una clara percepción de que el camino para tratar con la información en las redes era muy largo y sinuoso y apenas habíamos comenzado a transitarlo. Ramana, el energético y culto vicepresidente de Inxight, acababa de mostrar la página normal del buscador más famoso de Internet, con sus habituales menús repartidos por áreas temáticas y diversos servicios. De repente, convirtió la página en un árbol hiperbólico. Y los casi 6 años de trabajo de Yahoo, todas sus bases de datos creadas desde que apareció la WWW, se desplegaron por una sola pantalla, distribuidas por ramas y ramitas, todas ellas navegables y que, a su vez, se abrían en nuevas bifurcaciones con un sólo movimiento del ratón, hasta llegar a la información que uno estaba buscando. En ese momento, la I Jornada en.red.ando justificó plenamente su lema de mostrar tecnologías de la información de próxima generación, algo en lo que estuvieron de acuerdo los propios asistentes a través de la encuesta que respondieron.

Rao, indio de nacimiento y estadounidense de adopción, es una esponja de las literaturas del mundo. Salta con la misma facilidad y profundidad de conocimiento de la japonesa a la latinoamericana, de la europea del siglo pasado a la africana contemporánea. Y tiene opiniones definitivas al respecto. Por eso, tras ver «su» árbol hiperbólico, no me causó mucha sorpresa cuando me dijo que su escritor favorito era Jorge Luis Borges, «el único que hace literatura filosófica» y en quien se había inspirado para desarrollar la tecnología que nos mostró en la Jornada. Curioso cómo se bifurcan los senderos y hacia qué paisajes nos llevan. Como hemos dicho tantas veces desde estos editoriales, uno no sabe nunca para quien trabaja, y menos en la era de las redes. A Borges le habría encantado esta última derivación de su escritura hacia la gestión de la gran biblioteca virtual de la mano de un indio.

Pero el árbol hiperbólico fue tan sólo el aperitivo de una de las sesiones más fascinantes que me ha tocado vivir sobre Internet. Y he ido a unas cuantas en los últimos 10 años en varios continentes. Tanto la audacia de las tecnologías expuestas, como la calidad de los debates, mantuvo a ponentes y participantes en una especie de estado de curiosa excitación durante más de 11 horas, lo que se dice muy pronto. Y, como mostraron las encuestas que rellenaron los participantes, estaban dispuestos a repetir lo más pronto posible. Los ponentes recibieron una calificación muy alta y las expectativas de los participantes se vieron colmadas en un 85% (¡lástima que no nos contaron de qué iba el 15% restante!). Además, el 67% de los asistentes solicitó que se les suscribiera a en.jornad@ y más del 90% propuso temas para la siguiente Jornada, dando por descontado que ésta tendrá continuidad.

Y, por supuesto, que la tendrá. Desde hace unas semanas ya estamos trabajando en ello y esperamos, como en esta ocasión, traer a Barcelona el próximo mes de octubre a un grupo selecto de expertos e investigadores que están trabajando sobre tecnologías de la información de próxima generación y la gestión de conocimiento en red a escalas sorprendentes. En cuanto tengamos las primeras confirmaciones, podremos anunciar la temática que, por supuesto, mantiene una cierta continuidad con el espíritu del encuentro que acabamos de celebrar y que Karma Peiró describe en todos sus detalles en su artículo «Cinco visiones diferentes de gestionar la información».

La Jornada nos ayudó a comprender algo sobre lo que hemos venido insistiendo en estos últimos años: en contra de lo que dice mucha gente (y algunos disfrazados de gurú), en Internet no hay un exceso de información, sino, como explicó David Lantrip en su presentación de ThemeScape, un déficit de sistemas de información capaces de sintetizar áreas completas de actividad y que podamos utilizar de manera intuitiva y en el «modo de navegación automático». Algo así como sucede con la ciudad.

Si tuviéramos que desplegar la información textual o gráfica de los múltiples sistemas que conforman la complejidad urbana (y ahí sí que hay información y no esa bagatela de 2.000 millones de páginas web), no habría forma ni de aprehenderla, ni de comprenderla para poder utilizarla. Viviríamos atropellados por los coches, que serían algo así como enciclopedias con ruedas. Pero hemos acertado a desarrollar sistemas de información muy avanzados, desde los semáforos hasta una multiplicidad de lenguajes simbólicos y otras abstracciones, que nos permiten funcionar en el entramado urbano con una naturalidad propia de quien ha mamado la ciudad desde la cuna.

Esto es lo que todavía no tiene Internet y eso es lo que comenzamos a vislumbrar en la I Jornada en.red.ando. Desde el árbol hiperbólico a los mapas de Cartia, pasando por las taxonomías de Semio y los ordenadores vestibles del MIT, nos encontramos con una serie de tecnologías de uso muy discreto e intuitivo, pero también muy potentes, capaces de encapsular cantidades ingentes de información y de suministrarla con cuentagotas, de acuerdo a las necesidades de cada circunstancia y a la demanda de conocimiento del usuario. Y lo que vimos es tan sólo el principio.

Pero, como dijo el que tenía la daga en la manga, a rey muerto, rey puesto. Ahora comienza la fase online de la II Jornada en.red.ando a través de en.jornad@. Tenemos ante nosotros un año para convertir a este en.medi@ en un lugar de referencia sobre la gestión de conocimiento en red y para articular una comunidad que prepare la II Jornada en.red.ando a partir de su participación en los debates y en el intercambio de documentación. Como habrán comprobado quienes están suscritos a en.jornad@, las cosas ya han empezado a moverse y esperamos convertirlas en un terremoto en los próximos meses con una erupción volcánica de inteligencia y conocimiento en octubre del 2001.

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