Medio de producción del conocimiento

Luís Ángel Fernández Hermana - @luisangelfh
31 julio, 2018
Editorial: 223
Fecha de publicación original: 11 julio, 2000

Ninguno ve lo que tú sabes, pero todos pueden ver lo que tú haces

en.red.ando se ha definido desde su fundación en 1996 como un medio de comunicación dedicado a reflexionar sobre los cambios producidos por Internet. Durante gran parte de estos años, esta tarea la hemos compartido con un nutrido número de colaboradores que nos han enviado sus análisis desde sus respectivos lugares en el ciberespacio. Entre todos hemos ido conformando un medio de comunicación con la vocación de acompañar la propia evolución de la Red y de sus habitantes. Al mismo tiempo, a partir de nuestras propias experiencias y de los análisis propios y ajenos, así como de las demandas que de una u otra forma nos han planteado nuestros lectores, hemos propuesto formas de organizar los flujos de comunicación digital para crear espacios de trabajo colectivo, donde la inteligencia distribuida en red tuviera un significado y brindara resultados concretos. Hoy somos un medio que reflexionamos, generamos conocimiento y desarrollamos sistemas para que las organizaciones –del tipo que sean– funcionen de acuerdo a los criterios y necesidades específicas de la Sociedad de la Información.

De medio de comunicación en red, nos hemos convertido en un medio de producción y gestión de conocimiento en red, un resultado ineludible de la aproximación a la comunicación digital desde la participación de los individuos y las organizaciones, la relación entre ellos y el crecimiento de los sistemas de información elaborados a partir de sus aportaciones. Esta evolución refleja los propios cambios experimentados en la empresa. El desarrollo de sistemas de generación de contenidos y gestión de conocimiento en red como en.medi@ nos ha supuesto adaptaciones internas considerables. La mera labor periodística ya no era suficiente para dar cuenta a través de análisis y reflexiones, por más consistentes que fueran, de la envergadura de las transformaciones propiciadas por Internet. La gestión de espacios de casi un millar de personas, con aportaciones de una gran variedad, tanto por su riqueza como por su calidad y diversidad temática, nos ha ido convirtiendo paulatinamente en gestores de este conocimiento.

A medida que la Red incrementaba sus conexiones y permitía un mayor alcance a la inteligencia distribuida, con todas las ventajas e inconvenientes del caso en redes abiertas, nosotros hemos ido creando contextos específicos donde esa inteligencia compartida tuviera un significado concreto para los usuarios. Así hemos aprendido a elevar la calidad de las aportaciones, a apuntalarlas con documentación cada vez más densa en su riqueza y diversidad y a aprovechar las enormes oportunidades que ofrece la Red para compartir conocimientos, experiencias y objetivos. Estos son, a nuestro entender, los cimientos básicos que permiten a los individuos y las organizaciones funcionar como entidades informacionales particularmente adaptadas a las necesidades de la Sociedad de la Información. Y estos son, también, los mimbres imprescindibles para producir los bienes básicos de la denominada nueva economía: información y conocimiento en red.

Ahora nos encontramos en una fase particularmente rica y fecunda. Junto con los gestores del conocimiento (muchos procedentes del mundo de la comunicación y todavía en una fase de aprendizaje acelerado) y los consultores que preparan a las empresas que van a incorporar en.medi@ como un sistema de gestión de conocimiento en red, estamos creando nuevos productos de información y conocimiento a partir de la participación y la relación establecida entre los usuarios de estos espacios. Es lo que denominamos la fase de crecimiento de los sistemas de información.

Por ejemplo, en estos días hemos comenzado a publicar en la nueva sección «Tema a tema» los resultados de un año y medio de trabajo en el en.medi@ que tenemos en la revista en.red.ando, el cual está dedicado a debatir «Los Nuevos Medios en la Sociedad de la Información». En total, hemos recuperado más de una treintena de temas, cada uno de ellos con la suficiente entidad como para convertirse en un libro. Un libro único, pues está escrito a muchas manos y sintetiza experiencias, vivencias y conocimientos difíciles de encontrar en un sólo autor. Además, los temas no están delimitados tan sólo por el propio contenido del debate sostenido en en.medi@, sino también por los recursos aportados, los documentos, las investigaciones, los resultados de congresos y eventos, las críticas de libros relacionados, etc. De una forma específica de hacer periodismo en la Red con el fin de examinar el impacto de Internet y la comunicación digital en la vida cotidiana, hemos pasado a satisfacer necesidades concretas de grupos y organizaciones reunidos en contextos de colaboración e intercambio en red. Esto es parte del salto que mencionaba de medio de comunicación a medio de producción de conocimiento en red.

Esta nos parece la evolución natural de una forma de entender la comunicación en el mundo de las redes, lo cual no quita que sea un proceso difícil y complicado. Si Internet permite personalizar nuestra demanda, ésta debe generar una oferta también específica de conocimiento. Para ello se necesita diseñar un contexto virtual que permita la participación para explicitar dicha demanda, para facilitar el intercambio entre los usuarios dispuestos a satisfacerla y para propiciar el crecimiento de la información y el conocimiento generado por ese intercambio. Y estas son tareas nuevas que, por otra parte, no hay forma de automatizarlas. Estamos hablando de conocimiento en red, y éste sólo se puede gestionar «neurona a neurona», es decir, mediante la intermediación directa de equipos altamente especializados para funcionar en estos contextos. Equipos que nosotros denominamos los «nodos inteligentes de la Red». Lo contrario –la automatización o el encadenamiento de rutinas para «gestionar conocimiento»– no sobrepasa el reino de la mera gestión documental.

El otro aspecto de este cambio es el que cada vez se ve más reflejado en el contenido de la propia revista. El trabajo en red en espacios como en.medi@, de hecho el mero trabajo preparatorio para adaptar estos espacios a las organizaciones con las que estamos en relación, nos supone una experiencia riquísima que debemos de ser capaces de convertir en materiales de reflexión y conocimiento para transmitirla a nuestros lectores. Nuestros consultores están en una posición privilegiada para analizar las dificultades y las oportunidades de organizaciones dispuestas a adoptar metodologías informacionales, ya sea para la toma de decisiones, para incorporar el conocimiento de sus trabajadores a sus estrategias en la Red o para definir éstas a partir de colocar sus propios recursos en entornos participativos en red.

Este trabajo de consultoría y desarrollo de espacios como en.medi@, así como el de los gestores de conocimiento –los «nodos inteligentes de la Red»– que actualmente moderan los espacios en funcionamiento (en.medi@, en.jornad@, etc.), se transformará también en materiales de reflexión y análisis para la revista, productos de conocimiento que destilarán una parte de nuestra propia visión de los cambios que produce Internet y que hacemos llegar a nuestros lectores. Además, significará reforzar nuestro «código genético» en cuanto a publicar materiales de elaboración propia y huir de la redundancia informativa que plaga a la Red. En cuanto medio de producción de conocimiento, este aspecto del contenido de en.red.ando se verá reforzado notablemente en los próximos meses. Y denotará, a su vez, tanto el impacto creciente de Internet en las organizaciones, así como los cambios que estamos experimentando en nuestra empresa, sobre todo a través de la elaboración de productos nuevos orientados a la comunicación digital, la generación y gestión de conocimiento en red y la creación de espacios avanzados de participación en el seno de las organizaciones para aprovechar la inteligencia y experiencia de sus miembros.

Esto nos acerca apreciablemente a lo que consideramos como un «nuevo medio» en la era de la Sociedad de la Información. Un tipo de organización con un alto grado de complejidad empresarial, por una parte, y con requerimientos muy concretos en cuanto a los conocimientos y experiencia de sus integrantes, por la otra, para actuar en las redes y fuera de ellas.

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