Redes para repoblar pueblos abandonados
Gida Sotomayor y LAFH
21 abril, 2017
I+D de/en entornos rurales para el repoblamiento
En este trabajo, como hemos señalado, nos abocamos, por cuestiones metodológicas, a la investigación etnográfica virtual, relacionada con la experiencia de socialización y formación abierta en Red. Dicha experiencia es el tema y objeto central hacia el que conducimos nuestro estudio. Nuestro marco teórico de referencia debería permitirnos entender conceptualmente al ciudadano, por una parte, como entidad individual o colectiva dispuesta a convertirse en sujeto de la repoblación de pueblos total o parcialmente abandonados y, por la otra, qué despliegue es necesario de su potencial creativo en áreas específicas, así como estimar la situación actual de sectores de la sociedad en cuanto a una problemática concreta y sus posibilidades de actuar como conductores de procesos de transformación para el diseño y desarrollo de culturas de innovación sostenibles.
Posteriormente, a partir de este marco teórico de referencia, que debe funcionar como el contexto imprescindible del proyecto, explicamos el marco de análisis empírico y de trabajo de campo. Para esto hemos echado mano de una metodología cualitativa y hemos elegido la observación etnográfica, donde aparecen las comunidades de práctica como contexto de experiencia donde los sujetos son los protagonistas de la construcción-realización del proyecto. Así pues, las comunidades de práctica asumen el papel que les corresponde como áreas de consolidación de nuevas identidades y de selección de los recursos necesarios. De esta manera, la etnografía virtual se convierte en la herramienta que nos permite describir esta experiencia de socialización e investigación abierta en Red como un fenómeno global de comportamiento individual y colectivo.
Desde esta perspectiva hemos tratado de indagar qué lógicas están detrás del comportamiento de los protagonistas, cómo buscan y desarrollan la pertinencia de su (nueva) identidad y de los objetivos buscados en relación al tipo de intereses en juego, cómo se integra la necesidad con la motivación y cómo se plantea la cuestión de los liderazgos y lealtades, necesariamente emergentes, como lo es la cultura que surja de las relaciones que se establezcan en la comunidad. Para esto describimos los procesos de reorganización social, de socialización, de negociación y de construcción de conocimiento, que se expresan en el lenguaje a través de los diálogos establecidos en la CMO (Comunicación Mediada por Ordenador), a fin de poder acceder a los esquemas de significado que estaban detrás de los comportamientos y prácticas de cada uno de los participantes y de toda la comunidad en general.
Así pues, el fin primordial de la conceptualización de las tareas que debe asumir el RepobLab ha sido comprender cuestiones relativas al sentido de la identidad (individual y colectiva), la convivencia y las características de lo colectivo en estos espacios virtuales, tecnológicos, siempre teniendo como norte primordial la actividad desarrollada en ellas a partir de las preocupaciones, el interés y las necesidades de sus miembros, que es a fin de cuentas lo que las define y configura como comunidades de práctica operativas.
[Estos párrafos son de Gilda Sotomayor]
Por otro lado, considero importante destacar que, de toda la bibliografía que he analizado para llevar a cabo el estudio, he tomado en cuenta, sobre todo, las obras de Joaquín García Carrasco, Manuel Castells y LAFH. Estos autores han constituido una suerte de espina dorsal del proyecto. Me han provisto de la percepción y profundidad necesarias para construir el marco teórico de referencia. Del profesor Joaquín García Carrasco selecciono sobre todo su libro Leer en la cara y en el mundo (2007), donde, movido por el afán de echar una mano para que otros amplíen ese rastro, nos ofrece en su trabajo la guía para que nosotros podamos actuar. Hay que destacar de su obra, su particular esfuerzo por comprender el significado y el sentido del proceso de humanización, visión que debemos resaltar por su acierto al tratar de justificar epistemológicamente que la formación es el concepto esencial, y que el humanismo (intelecto y sensibilidad), es el primer peldaño para el estudio antropológico de la construcción en la humanidad del humán. (Garcia, 2007: 38)
Del sociólogo catalán Manuel Castells me ayudó en particular Comunicación y Poder (2009) y su brillante análisis en el que retrata la actual Sociedad Red, sin caer en ningún tipo de tecnologismo o sociologismo. Para Castells, el poder es el poder de la comunicación, en tanto que el poder y la política se deciden en el proceso de construcción de la mente humana a través de la comunicación.
El tercer autor es Luis Ángel Fernández Hermana, conocido en el ámbito de la Red por sus iniciales LAFH, fundador y director de la empresa Enredando.com, desde la que conceptualizó, diseñó, desarrolló y puso en marcha a partir de 1999 las que posiblemente fueron las primeras redes de conocimiento en el mundo hispano de Internet (y, posiblemente, de todo Internet). LAFH escribió cada martes durante 8 años el editorial de en.red.ando, la revista electrónica de la empresa, la cual operó como una especie de laboratorio desde el que se auscultaba y analizaba la evolución de la Red y de las propias actividades de Enredando. Todos estos artículos, que antes leía semanalmente, ahora están recogidos en tres volúmenes bajo el título genérico de Historia Viva de Internet. Esa experiencia, la más rica que he conocido sobre redes y comunidades virtuales de conocimiento, permea las premisas de este trabajo y ha hecho posible concebir el papel determinante de las redes de conocimiento y de las áreas virtuales de trabajo colectivo en red en un proyecto tan complejo como el de RepobLab. LAFH siempre planteó las redes de conocimiento como áreas virtuales de trabajo en red gestionadas y moderadas. Para lo cual, instituyó dentro de Enredando una especie de escuela en la que los miembros de la empresa aprendieron las facetas fundamentales de la moderación y la generación y gestión de información y conocimiento en red.
Estas son, pues, algunas de las armas que hemos utilizado para integrarlas y enfrentarnos a lo que, en definitiva, se nos aparece como “un ejercicio de ocupación territorial de lugares desocupados”, pero no deja de ser una crisis de consciencia, de falta de sentido de alteridad, de responsabilidad, de integridad, de visión sistémica y ecológica. “Hay una burbuja mucho más antigua y mucho mayor que la burbuja bursátil y la burbuja inmobiliaria. Es la burbuja epistemológica: la burbuja en la que flota la visión economicista del mundo, la creencia en la economía como un sistema puramente cuantificable, abstracto y autosuficiente, independiente tanto de la biosfera que la alberga como de las inquietudes humanas que la nutren. En este sentido, la crisis del sistema económico tiene su origen en una crisis de percepción.” (Pigem, 2009)
Hoy sabemos que nuestro rumbo no es sostenible a escala económica, energética, ecológica o psicológica, de ahí que la ética de la responsabilidad hacia la calidad y la preservación de la vida, del consenso como práctica de la autonomía personal y colectiva, tenga que ser fomentada no con la ayuda de la tecnología como mantra, sino de diseños tecnológicos específicos que tomen en cuenta la capacidad de los ciudadanos para conducir procesos y proyectos, por complejos que sean, para alcanzar los fines que se propongan, también por complejos que sean. Indagar en la sostenibilidad en esta era donde la información aparentemente es cada vez más barata, obliga a identificar redes de inter-dependencia entre todos los elementos implicados, sobre todo el principal: las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) de donde surge la creación más importante: las Redes Sociales Virtuales de Conocimiento, reforzadas tanto por el análisis y la promoción de su constante evolución, así como por la de los innovadores diseños tecnológicos que potencian su acción.
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Gilda Sotomayor. L’Ampolla, abril 2010
Luis Ángel Fernández Hermana (LAFH). Barcelona, abril de 2010.
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(*) Esta es la primera parte del proyecto RepobLab. El texto está editado por acuerdo de los dos autores, pero no enriquecido con desarrollos “a posteriori”. En las próxima semanas publicaremos la estructura de las primeras RSVC y el contenido de la formulación del proyecto para las convocatorias en las que fue presentado.