Redes de conocimiento

Redes para repoblar pueblos abandonados

Gida Sotomayor y LAFH
21 abril, 2017
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Las RSVC

Si desde un punto de vista ético, las investigaciones promovidas por la universidad deberían tener por objeto de estudio a la sociedad, entonces dicha institución y su producción de saber debería repercutir directamente en la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos. Esta afirmación desprende una pregunta que ha gravitado sobre nosotros en este trabajo que hemos realizado entre 2009 hasta 2010.

En los últimos años, el lenguaje común y el especializado han coincidido en adornarse con una serie de conceptos mágicos, esos que con solo mencionarlos ya obran el milagro de conseguir lo que se dice que se proponen. Por ejemplo: Innovación, cuya cúspide, por supuesto, es la Innovación Social. Somos del parecer que la reiteración de este concepto en el discurso político, socioeconómico y tecnológico, responde a una situación de crisis que nos muestra, una y otra vez, que la innovación, por sí sola, entendida como un proceso asociado fundamentalmente al ámbito económico y empresarial, no es suficiente para garantizar el desarrollo social o, incluso, cuotas visibles de bienestar social. Al actuar bajo esas premisas dejamos de lado soluciones creativas, pensadas y gestionadas por los propios ciudadanos, a problemas sociales que nos preocupan, que nos interesan y, sobre todo, que necesitamos afrontar y resolver. Y en esto nos parece que consiste el objetivo, el contenido y la acción de la innovación social.

Así pues, atendiendo a este tipo de necesidad, a partir de la tesis doctoral que Gilda Sotomayor preparaba para presentar en la Universidad de Salamanca, y con la colaboración de Luis Ángel Fernández Hermana, fundador y director de la empresa Enredando.com (1996-2004), hemos desarrollado conceptualmente «un Laboratorio para la Repoblación –RepobLab– en el que se investigara, diseñara, desarrollara y gestionara Redes Sociales Virtuales de Conocimiento (RSVC) cuya capacidad de generación y gestión de conocimiento, así como de evolución en función de su actividad y del factor tiempo, permitiera crear y gestionar comunidades sostenibles para la repoblación rural”, en principio centrada en la problemática de España, aunque aplicable a otros ámbitos con contextos semejantes.

Si aceptamos lo que nos dice Seymour Papert: “La gente construye conocimiento nuevo con particular eficacia cuando está comprometida con la construcción de productos que son personalmente significativos” (Resnick, 1996), entonces, esta experiencia de participación ciudadana y acción colaborativa a través de la Red debiera estar encaminada a ofrecer una oportunidad para que los ciudadanos puedan participar activamente en la construcción de una comunidad de prácticas virtual, a través de la cual seab capaces de adquirir los conocimientos necesarios para diseñar y conseguir sus propias soluciones a problemas de vivienda, trabajo, formación, adquisición y gestión de recursos y, en suma, de gozar de una vida sana satisfactoria. Y no solo esto, como veremos más adelante, puesto que cambios de este calado supone también la contribución de propuestas concretas para consolidar un marco institucional adaptado a las nuevas características y necesidades de las soluciones planteadas.

Hemos denominado a esta proyecto RepobLab, Laboratorio para la Repoblación de Pueblos Abandonados, cuyo objetivo fundamental es diseñar, desarrollar y gestionar redes de conocimiento, las cuales deben permitir a los ciudadanos intervenir y asumir una participación plena en el trabajo colectivo de la repoblación. El Laboratorio es el territorio desde el que se crearán áreas virtuales de trabajo en red, gestionadas y moderadas, donde los interesados dispondrán de herramientas y estructuras que garanticen los imprescindibles procesos de transversalidad y transparencia de la información y el conocimiento que generen y gestionen. Este es un ámbito de indagación y elaboración de propuestas orientadas a la búsqueda de soluciones en una problemática tan compleja como lo es la ocupación de zonas rurales despobladas en diferentes grados, desde el vaciamento humano completo, hasta la subsistencia de retazos comunitarios que son fundamentales por la experiencia que atesoran.

Revertir la progresiva esclerosis de estas dinámicas y aplicar recursos de diferentes tipo que apuntalen las iniciativas en dichos contextos, supone implicar a los sectores más preocupados e inquietos del mundo de las Academia, la tecnología, la administración pública, la empresa y los sectores sociales necesitados de hallar salidas innovadoras en el contexto de la sociedad del conocimiento.

Se trata, pues, de un intento de construcción de un entorno colaborativo y abierto, de investigación en línea, de educación P2P, basado en el ensayo y error, en la exploración y el «bricolaje social». Su desafío apunta, entre otros aspectos, a la innovación de las prácticas pedagógicas, contraponiendo formatos y experiencias desde la perspectiva del «aprendizaje transversal para organizar la vida de manera colaborativa en red». Lo cual es aplicable también a la investigación, la calidad de los resultados y la organización de recursos que procuren vivienda, alimento, transporte, etc., en suma, todos los aspectos vitales para conseguir los objetivos personales y colectivos El compromiso de RepobLab es construir, desarrollar, y gestionar redes donde prime la iniciativa y las capacidades creativas e innovadoras de los ciudadanos que, a fin de cuentas, son los productores y gestores directos del conocimiento operativo y socialmente adquirido del que van a vivir.

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