Redes de conocimiento

Participación Ciudadana en Red (PC-Red)

Luís Ángel Fernández Hermana - @luisangelfh
24 marzo, 2017
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¿Por qué utilizamos estructuras tan simples para propuestas tan complejas?

En realidad, en el caso de la PC a través de la Red, de Internet, plantea una serie de problemas y dificultades peculiares que no siempre se la toma en cuenta, pero que a fin de cuentas son fundamentales (por qué no se los toma en cuenta lo veremos más adelante):

1.- La determinación de los objetivos que se quieren alcanzar, con la mayor concreción posible,

2.- En qué tipo de estructura virtual se pretende conseguirlos,

3.- De qué conocimientos disponemos sobre métodos y procesos de PC-Red en entornos virtuales, cómo se han validado dichos conocimientos y qué sabemos de la relación entre los resultados obtenidos y los objetivos planteados.

4.- Este punto es un añadido que no debería estar aquí, pero que cada vez es más importante: Cómo trabajar con resultados reales para no conformarse con el sucedáneo habitual basado en lemas de marketing.

Todo esto tiene que ver con dos aspectos que son propios de la forma actual de trabajar en Internet:

.- La sencillez del uso elemental de las herramientas de Internet contribuye a alimentar la idea de que todo se puede hacer, aunque las circunstancias sean casi siempre diferentes a las correspondientes en el mundo real, perdiendo, por tanto, los matices de cada caso particular.

.- Si se trabaja en estructuras virtuales en red, estamos hablando de áreas nuevas de conocimiento y, por tanto, de la necesidad de adquirir nuevas competencias, sobre todo en lo que se refiere a trabajar en la relación directa entre personas mediadas por la tecnología y, al mismo tiempo, a la generación y gestión de información y conocimiento en red. Internet no es una foto, sino un proceso de generación y gestión de información en constante evolución. Si este principio elemental de la Red no se toma en cuenta y se aplica a los proyectos, entonces los objetivos suelen ser elásticos para que se alcancen por las armas o la oración.

Este conocimiento unas veces (lo más frecuente) no está, no se aplica, no existe. Y, en otras, el conocimiento procedente de experiencias anteriores generalmente no ha sido sistematizado, por más útiles que hayan sido dichas experiencias, ya sea porque no ha habido la necesaria continuidad, o porque no se posee todavía el conocimiento técnico necesario para valorar y discriminar los elementos esenciales en cada caso en un formato adecuado para transmitirlos o, simplemente, porque no se enseña en los lugares donde debería hacerse. Como en tantas otras facetas de la vida, es necesario dedicar tiempo, esfuerzo, investigación y método para recabar este nuevo conocimiento, valorarlo, clasificarlo, organizarlo, sistematizarlo, difundirlo, enseñarlo, aprenderlo y prepararlo para aplicarlo de nuevo. No se resuelve el problema con excelentes consignas como si se vendiera un perfume.

Esto, si bien es un problema generalizado en el trabajo en redes virtuales, en el caso de la PC-Red es más acuciante porque se supone que, en estos proyectos, son los resultados los que determinan la bondad, o no, de los procesos de participación. Y sin un trabajo como el mencionado, la interpretación de los resultados es forzosamente azarosa y poco indicativa de qué se ha conseguido, cómo y para qué. En realidad, para decirlo pronto y mal, en estas circunstancias cualquier resultado se ajusta casi siempre a lo esperado, porque tampoco se esperaba algo muy concreto.

Por otra parte, la sencillez mencionada en el uso de los recursos más elementales de comunicación en Internet ha elevado a los altares dos principios imposibles e impensables en cualquier ámbito de la vida cotidiana, pero cada vez tan importantes como el peor consejo de la autoayuda: Todos sabemos hacer todo y Todos sabemos hacer de todo. Ambos son el bonito papel de regalo que envuelve por ahora prácticamente a todos los proyectos de PC-Red (y no sólo a estos).

Pero no. La vida no es así de bonita ni de sencilla. Lo sabemos a pesar de querer transgredir de manera tan insólita nuestra propia experiencia diaria. Para saber lo que hay que saber en lo que concierne a la participación ciudadana en estructuras virtuales en red y generar lo que podríamos denominar como “estados propicios para la toma de decisiones”, tanto por parte de quienes promueven la iniciativa, como de quienes se suman o participan en ella, son necesarios al menos los siguientes pasos:

.- Definición del objetivo del proyecto con la mayor precisión posible. No somos buenos en esta tarea. Ni aquí, ni prácticamente en ningún país. Es el elemento clave del funcionamiento de empresas, emprendedurías, administraciones públicas, hasta de las familias. Por eso hay tantas escuelas de negocio dedicadas a ello, a pesar de lo cual su falta de éxito es la base de buena parte de irritación social, de fracasos en iniciativas colectivas o de su supervivencia lejos de lo que pretendían conseguir. En el caso de la PC-Red, no todos participamos de los mismos intereses, de la misma manera y en el mismo tiempo. La Red crea la ilusión de que esto es posible, de que por fin la tabla rasa tiene sentido. Pero no, no es así. De ahí que, cuando las cosas no funcionan, en seguida se apunta al culpable más evidente: “la falta de participación”.

.- Diseño, desarrollo y gestión de un área de trabajo virtual en red, o sea de una red de conocimiento, en función de los objetivos fijados, con el fin de debatir, crear recursos, aplicar metodologías pertinentes, conformar estrategias y extraer el nuevo conocimiento generado sobre procesos específicos de la PC-Red. En otras palabras, la participación se construye tecnológicamente, es una construcción tecnológica compleja. Sin ella, es difícil (y extraordinario) que haya PC-Red.

Ninguno de los dos puntos se consiguen o funcionan en las RRSS que conocemos. La participación en las redes sociales está construida como una actividad abierta, efímera, sin objetivos previos claramente definidos o consensuados, sujeta a los vaivenes de opiniones personales, donde la información es difícilmente recuperable y rara vez fundamentada y documentada.

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ISSN 2604-1235

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