Redes de conocimiento

Red Fractal: Redes de conocimiento de fragmentación

Luís Ángel Fernández Hermana - @luisangelfh
22 septiembre, 2017
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En 2012, el Laboratorio de Redes Sociales de Innovación, diseñó, desarrolló y gestionó la Red Fractal. Tuvo una vida corta, –noviembre y diciembre del 2012– por imponderables con los patrocinadores. Una lástima porque entonces, y ahora, todavía no conocemos la existencia de un proyecto semejante. A expensas de la explicación más detallada que se publicó en el libro Desafío de las Ciencias Sociales de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín (a partir de la página 97), este artículo es un avance para entender, a modo de prólogo, cuál era uno de los objetivos centrales de este proyecto de innovación social.

Objetivo.
La finalidad .-no última- de la Red Fractal apuntaba a que los ciudadanos pudiéramos poner en cuestión desde la forma como nos llegaba (y llega) la información y el conocimiento relacionados con disciplinas científicas y tecnológicas fundamentales para entender la sociedad actual, hasta cómo lograr establecer una conexión concreta, operativa, relacionada con nuestras preocupaciones, intereses y lo que nos despierta curiosidad o, de alguna manera, forma parte de nuestra vida cotidiana. En síntesis, se trataba de discutir a fondo la forma como accedemos o nos llega la información y el conocimiento de lo que sucede en el mundo de la ciencia y la tecnología, tanto desde la proximidad de nuestras necesidades, como desde las visiones globales que enriquecen nuestros fundamentos culturales. Esa conexión, en lo que respecta a la comunicación social de la ciencia, existe en la medida en que los ciudadanos aceptemos las reglas de juego, por una parte, de la organización actual de las áreas de conocimiento y, por la otra, de la propia gestión de la información y el conocimiento que se genera y se disemina desde dichas áreas.

En realidad, estos dos aspectos apuntan, en principio, a una separación radical entre el mundo habitual de los ciudadanos “no expertos” y los ciudadanos “expertos”. No hay territorio común, más allá de las formas tradicionales de transmitir esa información y conocimiento a través de canales cuya rígida jerarquía las convierte en una autopista de una sola dirección.

La Red Fractal intentaba disolver dicha jerarquía construyendo un acceso muldireccional que permitiera un encuentro transversal entre estos dos campos de los ciudadanos “no expertos” y los ciudadanos “expertos”. Los primeros podríamos acceder a fuentes originales, –y por tanto fiables–, de la información y el conocimiento que se nos transmite. Pero el proceso significaría que los ciudadanos “no expertos” actuaríamos desde la primera línea de dicha comunicación. El precipitado de esta relación no resulta en un mero trasvase “divulgativo” de información, sino en una interacción compleja a partir de aportaciones mutuas en función de preocupaciones, intereses y necesidades también mutuas. Desde este punto de vista, disolver jerarquías implica disolver la organización compartimentada de las propias áreas de conocimiento, como economía, física, biología o robótica, en función de áreas temáticas en las que, de una u otra manera, estamos involucrados todos y en las que volcamos lo que denominamos la fórmula PIN: Preocupación, Interés y Necesidad.

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