Financiación en red

Luís Ángel Fernández Hermana - @luisangelfh
29 mayo, 2018
Editorial: 205
Fecha de publicación original: 7 marzo, 2000

Cuando cae la lluvia, agua anuncia

Internet no te permite quedarte en el mismo lugar más de dos minutos, pero a veces te empuja a dar saltos verdaderamente sorprendentes. Enredando.com, la empresa editora de la revista electrónica en.red.ando y promotora de los proyectos que, de una u otra manera, hemos ido perfilando a través de la revista, concluye estas semanas una ampliación de capital para afrontar el futuro inmediato. Fieles a lo que hemos sido hasta ahora, no nos planteamos recurrir en primer lugar a un banco, ni a una empresa de capital-riesgo, ni a un posible socio rico que nos solventara nuestros problemas. Acudimos a un estrecho círculo de amigos para ofrecerles si querían participar en esta ampliación con un millón de pesetas, como mínimo, a cambio de un número de acciones. La respuesta nos ha dejado sin aliento. En menos de un mes y medio hemos conseguido una aportación cercana a los 60 millones de pesetas, lo cual casi multiplica por cuatro las previsiones de salida En los próximos 10 días cerraremos esta etapa que nos ha inyectado una dosis de confianza y un margen de maniobra muy importantes para seguir desarrollándonos. Como nos dijo uno de nuestros «mini-inversores», «en la nueva economía no participan sólo las grandes corporaciones que todos los días llenan los diarios con sus grandes proyectos sobre Internet, sino, fundamentalmente, los cientos de pequeñas empresas depositarias de la inventiva y la innovación en el uso de las redes». Amén.

Esto es cierto y forma parte central de la filosofía de Enredando.com. El problema, tantas veces comentado desde estas páginas, es que las pequeñas empresas viven en permanente riesgo de ser deglutidas por las grandes y su creatividad metabolizada –corporativizada– sin dejar mucho rastro. Lo vemos todos los días a nuestro alrededor y nosotros no somos una excepción. En los últimos meses, la empresa se ha ido revalorizando simplemente porque el mercado ha ido revalorizando –incluso desmedidamente– al sector de Internet, en particular a las empresas capaces de de desarrollar una creativa prestación de servicios en red. A nosotros nos ha tocado esta varita. Empresas y entidades de todo tipo en cuanto a actividad y tamaño, algunas de esas que uno sabe que existen porque salen en los medios de comunicación o porque se encuentran a un click de distancia en Internet, han hecho «click, click» en nuestra puerta solicitando desde colaboración hasta un educado permiso para darnos un buen bocado. El cuello se nos había puesto más sensible que en el pueblo de Drácula.

La única salida para mantener nuestra independencia y garantizar el desarrollo de nuestros proyectos era encontrar una financiación que no comprometiera la necesaria ampliación de nuestro equipo humano y técnico. Sabemos que, de todas maneras, en los próximos meses habrá que llegar a acuerdos con alguna empresa de capital riesgo para sostener nuestro esfuerzo en un mercado cada vez más competitivo. Pero sabemos también que, si en esta ocasión el círculo cercano de nuestros amigos han suscrito con largueza la ampliación de capital proyectada, en una segunda fase podremos ofrecer a los lectores de en.red.ando la opción de que ellos participen en subsiguientes operaciones de este estilo. No vamos a desatar un «síndrome Hong Kong», donde cientos de miles de personas se dieron de tortas para suscribir las acciones de Tom.com, un nuevo portal de Internet «para toda China» (¡cielos, qué carajo será eso!). Pero tampoco somos una pompa de jabón de este estilo –al menos no por ahora y no hay previsiones al respecto– y lo que somos lo debemos fundamentalmente al tipo de relación que hemos forjado con quienes forman parte del entorno de en.red.ando.

En estos cuatro años, a través de la revista electrónica en.red.ando y de las múltiples actividades que hemos desarrollado desde aquí, ya fueran cursos, conferencias, consultorías u otros proyectos, nos hemos ido colocando en un lugar muy específico de la Red. Como reflejan los artículos que publicamos cada semana, nosotros estimamos que en el trabajo en red reside una de las claves fundamentales de la Sociedad de la Información. Pero trabajar en red es algo que se dice más rápidamente que se hace. Tejer relaciones y entornos virtuales, lograr que estos se enriquezcan con el intercambio de información y conocimientos y que, además, brinden frutos, ha sido una de nuestras preocupaciones centrales y a la que hemos dedicado mucho tiempo, todo el dinero y hasta el último retazo de investigación que hemos podido imaginar. Los resultados están, en muchos casos a la vista, ya sea en en.medi@, una tecnología conceptual diseñada para generar contenidos y gestionar conocimientos en red, o en los proyectos que o nosotros hemos impulsado o nos han venido llegando hasta las puertas de Enredando.com.

Según unos datos que aparecieron ayer en la prensa española a raíz de las elecciones generales del próximo fin de semana, las empresas tecnológicas (denominación de origen para designar a empresas de Internet) se gastaron en Investigación y Desarrollo en 1998 el 2,5% de su facturación. En estos momentos, y desde que empezamos, nosotros destinamos casi el 100% de lo que ingresamos a investigación, salvo la exigua parte dedicada a los salarios y los costos de mantenimiento. No hace falta explicar mucho esta situación para comprender las dificultades que entraña. La única forma como podíamos darle vuelta a este escenario era comenzando a comercializar muchos de nuestros desarrollos, así como el conocimiento y la experiencia acumulados en estos años. De ahí que, ante la inevitabilidad de tener que abrir la empresa al capital-riesgo para poder explotar estos productos e implementar los proyectos que se nos acumulan en la cartera, hemos decidido primero brindarle a los amigos la oportunidad de participar en esta aventura. No engañamos a nadie: Enredando.com ofrece una forma alternativa y sentimentalmente más cercana de perder dinero, en vez de hacerlo a través de inciertos fondos de pensiones o de otros mecanismos financieros de dudoso futuro. Si, además, resulta que ganamos dinero, eso, como decía el sempiterno perdedor en el póker, debe ser el acabóse.

Para llegar a la ampliación que estamos a punto de concluir hemos dado tres pasos:

.- Los trabajadores «históricos» de Enredando.com se han integrado al capital de la empresa, algo que paulatinamente irá sucediendo también con los que ingresen a partir de ahora según los resultados que vayamos alcanzando.

.- Tras esta primera reorganización del capital, hemos hecho la segunda que concluimos ahora, la cual está basada en un plan de negocio que se encuentra a disposición de quien lo quiera consultar (enredando@enredando.com).

.- Proseguiremos ahora las conversaciones con diversos interlocutores financieros y/o tecnológicos para desarrollar líneas concretas de trabajo, ya sea que estén fundamentadas en proyectos concretos o en productos que hemos desarrollado nosotros.

Nuestro ADN, como bien saben quienes nos siguen habitualmente, es la creación de contenidos originales y la organización de flujos de comunicación en red. Esta orientación nos ha llevado a «ver» la Red de una manera determinada, a aprovechar sus propiedades para diseñar entornos basados en una intensa participación de los usuarios, generando información y conocimientos de calidad, como sucede en el caso de en.medi@. Hemos preparado a esta plataforma de generación de contenidos y gestión de conocimientos para llevarla, en principio, a cuatro ámbitos: Internet, las organizaciones, la investigación y la educación. Las grandes consultoras comienzan a decir ahora algo que nosotros venimos analizando –y aportando a muchas organizaciones– desde hace años: el primer paso para aprovechar la inteligencia de Internet, es reestructurar inteligentemente en red nuestra propia organización y nuestras actividades. Y en.medi@ es un poderoso instrumento para contribuir a este objetivo. Si estamos construyendo la Sociedad de la Información, los sistemas que permitan generar información y gestionar conocimientos en red serán esenciales. Y éste no es un dato de particular interés para un sector social o económico, sino para toda la sociedad y toda la economía.

Por otra parte, Enredando.com está involucrada en otros proyectos diseñados para estimular la presencia de la sociedad en la Red, para incrementar la utilización avanzada de Internet en ámbitos y sectores concretos, como la ciudad o la salud. No somos, ni seremos, pues, una empresa de Internet dependiente del incremento del tráfico de usuarios en nuestra página web. Esta clientelización de Internet está ya muy bien ocupada por operadoras, bancos y una multitud de empresas abocadas a captar clicks como el aire que respiran. Nos preocupa más el uso concreto de la Red, la creación de espacios de relación que mejoren ostensiblemente el aprovechamiento de sus oportunidades, la adaptación de las organizaciones a la generación de conocimiento en entornos colectivos en red y la inclusión en el mundo virtual de sectores de población que, en principio, muchos consideran ya como «analfabetos digitales crónicos». Mientras los propios internautas apoyen esta orientación de Internet, como ha sucedido en nuestra ampliación de capital, los rasgos esenciales del rostro de la nueva economía están todavía por pintar.

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