Educación XXI

Tecnologías de la mente. Las formas de la mediación del aprendizaje

Miguel Ángel Pérez Álvarez
6 mayo, 2015
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II Lectura, gramática y redacción de la visualización

En segundo lugar, debemos considerar la evolución que ha sufrido una de las más importantes formas de las tecnologías de la mente: las que posibilitan la visualización de la información. Las gráficas son elementos de larga data. La frase “una imagen dice más que mil palabras» nos resulta familiar justamente porque sabemos el valor que las imágenes tienen en nuestra comprensión de la realidad. En su libro Readings in Information Visualization: Using Vision to Think, ([7]) Card, Mackinlay y Schneiderman establecen que la historia de la visualización originalmente está ligada a la necesidad de realizar operaciones aritméticas complejas, imposibles de llevarlas a cabo sin el uso de tecnologías como la escritura, los números, las herramientas mentales para el cálculo como el ábaco, la regla de cálculo, calculadora mecánica, la calculadora electrónica o las computadoras. Todas tecnologías de la mente.

El efecto que las visualizaciones tienen en nuestro modelo cognitivo son relevantes. Pero, en general, en las escuelas del siglo XX aún no eran parte de los elementos esenciales del currículo escolar las acciones educativas que incluían, derivaban, conllevaban el desarrollo de habilidades para representar información mediante visualizaciones. No fue hasta la aparición de los organizadores gráficos (cuadros, mapas conceptuales y mentales) que los elementos del aula se nutrieron de estas formas de construcción de las representaciones de la información. Las gráficas y las visualizaciones de la información fueron parte de la actividad económica, militar y política desde el siglo XVIII. La aparición de nuevas formas de representación digital como las gráficas y las infografías generan en nuestro tiempo la oportunidad para que se integren en la tarea educativa como formas de mediación del aprendizaje. La forma «sine qua non» en la que la aparición de esta «tecnología de la mente» tiene un efecto en la acción educativa es en el desarrollo de un nuevo modelo cognitivo caracterizado por la capacidad para redactar y expresar ideas mediante infografías o infogramas. La articulación de un discurso visual que sea capaz de captar y expresar ideas requiere el desarrollo de nuevas competencias, pero también y sobre todo de un nuevo modelo cognitivo

III Narrativas digitales, las tecnologías de la conversación

En tercer lugar debemos hablar de las tecnologías de la mente que favorecen la construcción de la identidad mediante la interacción social o medios sociales. Nuestro yo es la unidad de todas nuestras narrativas en la perspectiva de Jerome Bruner. En un texto ya clásico de los años 80 del siglo pasado, Bruner estableció cómo el fluir de nuestra auto-narración proyecta nuestro ser, nuestro querer ser y nuestro deber ser. En ese sentido, la aparición de tecnologías que permitían establecer medios de comunicación instantáneos mediante la elaboración y distribución de mensajes, así como la aparición de medios para perfilar nuestro ser digital, derivaron en instancias para la construcción de nuestra identidad. Las tecnologías de la conversación son una parte de las tecnologías de la mente que han cobrado una destacada presencia en nuestros días. Mientras que los diarios personales eran instrumentos del ámbito privado, la aparición de estos medios de expresión del perfil personal y su publicación ha devenido en una forma sui generis de entrar en contacto con otros y de formar comunidad. Los adolescentes le dieron en los últimos años de la década pasada una relevancia especial a las tecnologías de la conversación.

La narrativa vehiculada en Facebook tuvo en esa época, ya lejana, su principal protagonista. Los adolescentes desplegaron sus biografías con profusión de imágenes, vídeos y relatos breves sobre su vida privada. Los post se destacaron por su carácter casi autobiográfico. Pero, sobre todo, muestran las aspiraciones, deseos y temores que definen a los jóvenes adolescentes. Curiosamente, los adultos evidencian al incorporarse a este main stream las mismas debilidades y aspiraciones que los más jóvenes.

La aparición de las tecnologías de la conversación ofrece a los educadores dos oportunidades fundamentales: en primer lugar, utilizar esos espacios de expresión para favorecer el desarrollo de sus habilidades para investigar, resumir y sintetizar (por ejemplo un twit de 140 caracteres) ideas, lecturas, investigaciones, etcétera, y, en segundo lugar, pueden aprovechar este tipo de tecnologías para favorecer los procesos de construcción de la identidad de los estudiantes.

En un proyecto realizado en la UNAM en 2013 y 2014([8]) pedí a un grupo de estudiantes que leyeran diariamente un diario cuya curaduría realizaba automáticamente con un robot. Los alumnos estaban obligados a elegir un artículo, leerlo, analizar las ideas más relevantes o más interesantes y luego generar cinco post o twits con el contenido que hubieran resumido. ([9])  Posteriormente, mediante una aula virtual en Twitter, el grupo podía establecer una discusión sobre las publicaciones de los miembros del grupo y comparar visiones sobre las ideas analizadas en Twitter con el hashtag #techedu.

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