Educación XXI

Tecnologías de la mente. Las formas de la mediación del aprendizaje

Miguel Ángel Pérez Álvarez
6 mayo, 2015
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I La gramática de los hipertextos, el rizoma como metáfora de la cultura digital

La simple introducción de la escritura en lenguaje marcado por hipertextos contribuyó a modificar la forma en la que las personas leen. En su texto “The Shallows. Lo que Internet está haciendo con nuestros cerebros”, Nicholas Carr ([6])) identifica los cambios en el modelo cognitivo de los seres humanos relacionado con la forma en la que se construye sentido cuando leemos. Mientras que las primeras tecnologías de la mente como la escritura y la lectura en soportes físicos se ven enriquecidas con nuevas formas de sustrato y de organización de la información, las generaciones que ahora leen contenidos informativos dispuestos en soportes electrónicos escritos con un lenguaje marcado por hipertextos (como el utilizado en la world wide web) pueden literalmente saltar de un concepto a otro o de una frase a otra guiados por su necesidad de ampliar y profundizar información o seguir otra nueva idea. Esta “navegación” entre hipervínculos conduce a las personas “fuera” del hilo de exposición de la lectura original y construyen un forma distinta de lectura. De la lectura de arriba a abajo y de izquierda a derecha se pasa a una lectura articulada por el interés del lector, por seguir una idea nueva o profundizar en una idea distinta a aquella que se presentaba en la lectura original. Esta “lectura a saltos” representa una forma de lectura ligada a la estructura rizomática de la información dispuesta en la red y por ello requiere de una disposición distinta en la forma de leer que se había impuesto en Occidente con la invención de la imprenta y del soporte físico de la lectura en un texto impreso.

¿Cómo se ha transformado el modelo cognitivo de los seres humanos merced de la aparición de tecnologías como la lectura en textos marcados por hipervínculos? ¿Cómo se transformará en el futuro cuando los hipervínculos incluidos en una lectura puedan ser actualizados en línea conforme la información originalmente incluida en el texto electrónico se actualice y se amplíe casi ilimitadamente? En particular, consideramos que la nueva forma de sostener, preservar y distribuir la información cambiará no sólo la forma de leer, como señala Carr, sentará además las bases necesarias (aunque no suficientes) para que los lectores pasen de simples consumidores de la información a productores de conocimiento. El cambio del modelo cognitivo se ve así transformado por la forma en la que las tecnologías de la mente modifican la forma en la que los seres humanos interactuamos con la información. Se puede no estar de acuerdo con este proceso y con el paulatino abandono de los sustratos o soportes que durante siglos implementaron las tecnologías de la mente para realizar la lectura, sin embargo cada vez son más las personas que buscan soportes electrónicos para sus lecturas y crece el número de editoriales y empresas que publican contenidos informativos en sustrato electrónico digital.

Pero profundicemos en el cambio en el modelo cognitivo. Durante siglos, los seres humanos desarrollaron una habilidad para leer de arriba abajo y de izquierda a derecha (o viceversa en algunas culturas) para poder comprender los contenidos de una lectura. Esta forma de construir sentido (o de reconstruirlo) fue dominante y se transformó en una de las habilidades intelectuales fundamentales de nuestra civilización. La lectura lineal sin embargo tuvo desde sus principios a protagonistas de acciones que complementaron o transformaron la lectura lineal. Insertaron textos, tarjetas, incluso libros en los sitios indicados para establecer complementos informativos o simples digresiones.

El escritor mexicano Adolfo Castañón llamaba “trufar” a este acto de “hipervincular” las lecturas con los textos referidos, insertándolos físicamente en el libro que se leía. En ocasiones se insertan tarjetas con fragmentos de lectura solamente. En todo caso, la invención del hipertexto posibilitó la lectura rizomática, una lectura en la que el lector establece un orden de lectura que no está supeditada a la estructura del texto leído sino a sus propias inquietudes.

No hablamos del lomo y las orillas del libro, aunque recuerdo una lectura que invita a estudiar las diferencias entre el modelo cognitivo basado en la manipulación física del libro, por ejemplo el acto de trufar, y el modelo cognitivo que la lectura de los libros trae aparejada. Así como San Jerónimo fue considerado un sabio por leer sin mover los labios o pasar el dedo por el renglón mientras leía, los estudiosos de la interacción física con el objeto libro, y el modelo cognitivo que subyace, han puesto de manifiesto las tareas a emprender para analizar las formas de interacción física e intelectual con el soporte digital hipervinculado y el emergente modelo cognitivo.

Aprender en la era de las tecnologías de la mente implica entonces considerar en primer lugar el nuevo modelo cognitivo que surge de las formas distintas de leer en sustratos digitales. ¿Cuál es el efecto que este nuevo modelo cognitivo, pavimentado por el desarrollo de nuevas formas de escritura y lectura, tiene para el aprendizaje?

En términos educativos, el efecto más importante de las nuevas formas de lectura y escritura tiene que ver con la forma con que los niños y jóvenes estudiantes deben aprender a leer y escribir en los medios digitales. Escribir con hipervínculos implica una escritura al menos en dos niveles: el de la escritura lineal y el de los vínculos a contenidos digitales que pueden considerarse complementarios, o incluso como vetas de investigación dispuestas para/por el lector. Ayudar a los niños y jóvenes a desarrollar esta habilidad para expresarse en varios niveles de sentido constituye un nuevo reto para los educadores y para quienes definen los programas oficiales.

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