Cibercultura

Propuestas para una ciudad relacional

Miquel Lacasta
10 noviembre, 2013
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ESFERA ECONÓMICA

Perfeccionar los mecanismos propios de los agentes urbanos

En cualquier entorno urbano hay ámbitos relativamente desligados de la condición física de la ciudad y otros estrechamente vinculados con el devenir de lo urbano. Estos últimos para ser realmente efectivos deben contar con los mecanismos más apropiados para su desarrollo debido a la alta incidencia que sobre la condición de ciudad van a tener. Reglamentar es necesario pero a la vez es básico flexibilizar constantemente reglas de comportamiento que en su aplicación demuestran su obsolescencia. La agilidad con la que los agentes urbanos principales, tanto públicos como privados, deben perfeccionar constantemente sus mecanismos de intermediación entre sus intereses y la realidad se vuelve fundamental en la ciudad relacional.

Definir metodologías de barbecho productivo

De la misma manera que la ciudad relacional debe estar atenta a los sectores productivos emergentes y con capacidad de dinamizar económicamente un futuro próximo, debe ser capaz de transformar otros sectores productivos que muestran síntomas de fatiga, o que se han vuelto obsoletos, normalmente a una velocidad mucho mayor que la prevista. Es por ello que una ciudad relacional debe poder aplicar una cierta metodología para disminuir drásticamente la actividad de aquellas áreas económicas improductivas o dañinas para el desarrollo de otras áreas emergentes y más estratégicas. No se trata tanto de eliminar como de dar un tiempo, un barbecho, para que ese tejido productivo se reinvente o se renueve de forma que en un futuro sea capaz de asumir los retos de la ciudad relacional.

Hacer expeditivos los nichos con alta capacidad evolutiva

De forma opuesta a lo mencionado anteriormente, la ciudad relacional debe ser capaz de fomentar de forma expeditiva el microclima económico para que las actividades con alta capacidad evolutiva y por tanto que están en condiciones de estructurar un alto valor añadido a su actividad desde el punto de vista urbano, tengan el éxito y el apoyo necesario. Sin dilaciones y sin esperas. Hay que entender que las ciudades que no tengan la agilidad suficiente para el desarrollo de microeconomías de la innovación perderán múltiples oportunidades para el desarrollo de una economía relacional. El espacio físico que ocupa la ciudad ya nos es un derecho, sino un privilegio que la ciudad relacional debe cuidar con esmero y entre muchas otras actitudes, dar respuestas ágiles a lógicas innovadoras debería formar parte de su protocolo de actuación.

ESFERA CULTURAL

Prodigar la bifurcación de marcos culturales

Las tradiciones son marcos culturales que permiten vehicular la aspiración de los individuos a construir un cierto sentido de pertenencia. Sin embargo solemos confundir lo tradicional con lo inmóvil. Es cierto que una dosis de tradición significa una recreación artificial de actos y conductas de otros tiempos, pero también es cierto que las tradiciones que no han caído en un folclorismo inamovible, en algunos casos han evolucionado hacia una masiva respuesta ciudadana y han visto revitalizados sus procedimientos y su aceptación social. Es por ello que la bifurcación de ciertos marcos culturales, unos hacia una preservación de las esencias y otros hacia una evolución de sus señas de identidad enriquecen los múltiples aspectos de lo cultural y activan la capacidad de crear interrelaciones.

Hacer inteligibles ciertas sub-marcas (tendencias) urbanas

En toda ciudad plural coexisten múltiples sub-marcas culturales, movimientos marginales, respuestas sociales a determinados aspectos de la cultura. La supuesta marginalidad de estas sub-marcas viene dada por el hecho de que se mueven en los márgenes de lo establecido como cultural, más que por una voluntaria pertenencia a un mundo underground. Digamos que se sitúan en los márgenes de la cultural oficial. En muchos casos la proliferación de movimientos, grupos y sub-grupos hace ininteligible la escena cultural de base, la cultura emergente de la ciudad, probablemente futura expresión cultural de sectores más amplios. Una ciudad relacional debe no solamente dar cabida a estos movimientos culturales emergentes, sino hacerlos explícitos, explicables y comprensibles. Hablar de estos movimientos es hablar de las señas de identidad propia, es hablar de los aspectos más avanzados de la ciudad.

Transformar hyper escenarios conocidos en micro escenas emergentes

Toda expresión cultural necesita de infraestructuras para su desarrollo. En cualquier ciudad plural  las infraestructuras que dan cabida a la cultura más masiva suelen estar cubiertas. Sin embargo en pocas ciudades está resuelto el problema de dar cabida a las escenas emergentes de sub-marcas culturales que operan en los márgenes de la oficialidad. Un uso inteligente de los grandes escenarios culturales a la vez que la transformación de aparentes no lugares culturales en micro escenas, provocaría la estabilización de un grueso cultural de base, que funcionaría como sustrato nutritivo de  expresiones culturales más maduras. Estos escenarios culturales codifican nuevas relaciones entre ciudadanos, especialmente entre jóvenes, que modelan nuevas maneras de relacionarse con la ciudad y por tanto  nuevas lecturas del hecho urbano.

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