42 voces sobre el gobierno abierto
Coladepez
13 mayo, 2014
Introducción a la obra 42 voces sobre el Gobierno Abierto.
Libro producido por la Xarxa IP.
2014 – Barcelona.
La democracia, ideada por los griegos, difundida por la independencia americana y la Revolución Francesa, y desarrollada por las constituciones liberales del siglo XIX, es hoy la forma de gobierno mayoritaria en el mundo. Concretamente la democracia representativa, donde se eligen a los representantes políticos que tienen que tomar decisiones que respondan a la voluntad colectiva.
La participación ciudadana se articula con mecanismos indirectos a través de la cadena formada por los partidos, los representantes políticos y finalmente los cargos electos, que son los que ejercen la acción final del gobierno. Al final de la cadena está la Administración, pensada para que se encargue de la planificación, la organización y el control de los recursos comunes para el beneficio general.
Durante el siglo XX, la democracia representativa ha sido el sistema como se han organizado la mayoría de los estados del mundo occidental. Pero en el siglo XXI, el sistema muestra síntomas de desgaste por casos de derroche de dinero público, corrupción y en buena medida por la fuerte crisis económica actual. Movimientos como el de los Indignados o Ocuppy Wall Street, las primaveras árabes, el caso de Ucrania y también otras incipientes formas de participación ciudadana, plantean cambiar el actual sistema de gobierno y su sistema de administración.
Simultáneamente, las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) están evolucionando hacia entornos más colaborativos principalmente por el efecto de las redes sociales. Por un lado, podemos tener acceso a una gran cantidad de información, de forma fácil y en cualquier momento; por otro lado, disponemos de unos entornos que facilitan la participación de las personas y, por lo tanto, la interacción entre la comunidad y sus gobernantes de manera directa y fluida.
Entramos así en un nuevo paradigma social en que ciudadanía, entidades, partidos políticos, trabajadores públicos y cargos electos pueden participar e interactuar en el debate, definición, creación y evaluación de las políticas del gobierno de manera directa.
Es lo que se denomina gobierno abierto, con el que se asocian a menudo los principios de la participación, la colaboración y la transparencia.
Participación
La participación de la ciudadanía, empresas, asociaciones y profesionales en la definición y la creación de las políticas y servicios que les afectan es un ingrediente indispensable en el gobierno abierto. Para hacerlo posible, hace falta garantizar previamente el acceso generalizado a la tecnología, a la información y al conocimiento del conjunto de todos los actores implicados.
La Administración abierta escucha activamente a estos actores sociales, los involucra, recoge las ideas y fomenta el debate entre todos. La Administración conceptualiza y transforma en políticas y servicios -nuevos o mejorados- el resultado de este diálogo constante.
Colaboración
La participación de los agentes no se puede quedar solamente en el diseño de las políticas del gobierno. La Administración debe ser el motor de la colaboración entre todos para desarrollar aquellos procesos diseñados en la fase participativa e integrarlos con los existentes.
La innovación debe impregnar necesariamente los trabajos de coproducción de servicios, tanto para buscar formas que puedan ser financiadas conjuntamente por los sectores públicos y privados como para implantarlos de la mejor manera.
El proceso no acaba en la implementación del servicio. Es imprescindible evaluar la eficacia, la eficiencia y la conveniencia. Y aquí nuevamente la participación de todos los actores es necesaria para responder a la pregunta: ¿cómo podemos mejorar?
Es un proceso de mejora continua, para facilitar la creación permanente de riqueza social y al fin y al cabo para la generación creciente de puestos de trabajo.
Transparencia
El tercer concepto clave en el gobierno abierto es de la transparencia. La participación y la colaboración de la ciudadanía no tienen sentido si la información de que dispone el gobierno y la Administración no es pública para todos los actores implicados. El gobierno abierto debe difundir de entrada sus planes de actuación y sus decisiones.
Dar una respuesta rápida y efectiva a las preguntas de la ciudadanía y de otros actores es el modo de mostrar transparencia de un gobierno que concibe el control social como una pieza necesaria para su correcto funcionamiento. Por eso se somete de modo voluntario y sistemático a controles externos de calidad de sus servicios y de la claridad de sus actuaciones y cuentas.
Las leyes que pretendan regular la transparencia tienen que incluir la publicación del conjunto de la información del gobierno, los controles y auditorías, la rendición periódica de cuentas y, si procede, la asunción y depuración de responsabilidades.
La apertura de datos públicos es entonces un punto esencial en el trayecto hacia la transparencia y es inherente a una estrategia de apertura del conocimiento general. El gobierno y las empresas que trabajen y actúen en su nombre deben abrir para todo el mundo los datos resultantes de su actividad. Los datos deben ofrecerse estructurados en archivos de formato abierto, interoperables y con licencias que autoricen su difusión pública.
La Administración abre los datos para que empresas, asociaciones y ciudadanía los usen y elaboren nuevos productos y servicios que aporten valor y riqueza para la sociedad.
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@xarxaIP es un grupo de profesionales de las diferentes administraciones públicas catalanas que trabajan para compartir proyectos y buenas prácticas, conocimiento, noticias y aprender juntos y, al mismo tiempo, mejorar e idear nuevos servicios con los demás actores públicos (ciudadanía, proveedores…). Entre sus proyectos más emblemáticos se encuentra el vídeo Gobierno Abierto, que ha servido de base para esta publicación.