Coladepez

Red Fractal: Redes de conocimiento de fragmentación

El primer tema que se planteó desde la Red Fractal fue: ¿Nuestro futuro es el ciborg? La pregunta apuntaba a la creciente integración hombre-máquina y a las consecuencias que se derivaban (y se derivan) de ello. Mientras que la emergencia del concepto del ciborg hace cinco décadas se refería al individuo al que se le implantaban máquinas en el cuerpo que modificaban su funcionamiento, o potenciaban algunas de sus facultades, hoy en día estamos en la fase de lo que podríamos denominar el “ciborg social”. Internet permite la concurrencia de inteligencias, memorias, emociones, imaginaciones, procesos creativos, etc., compartidas en una estructura exterior, colectiva, en la que resulta imposible establecer donde comienza o termina cualquiera de estas facultades extendidas que asumimos cada vez con mayor naturalidad. Al mismo tiempo, aparecen “prótesis” corporales internas y externas, que apenas están mostrando sus posibilidades de la mano de la nanotecnología, la neurociencia, la robótica, la biotecnología y el hilo que lo cose todo con puntadas espectaculares, pero discretas: las tecnologías informacionales.

Estas “tecnologías convergentes” han alcanzado una enorme relevancia en los últimos años. A nadie se le escapa no sólo su impacto sobre aspectos evidentes, como la salud, sino que ahora se adentran, como disciplinas unificadas por sus objetivos, en procesos diversos de producción industrial, o de gestión del medio ambiente, amén de proyectar visiones de futuro que ponen en cuestión, con mayor o menor acierto, el mundo como lo hemos conocido hasta ahora. El discurso sobre la potencialidad de este impacto revoluciona tanto aspectos materiales evidentes, como los que parecen más soterrados desde el punto de vista cotidiano, como la moral, los modelos éticos y su traslación, cuando cabe, al plano estético. Desde esta perspectiva, el arte –artes plásticas, digitales, cine, literatura, pintura…– se suma como una parte esencial de esta evolución hacia una humanidad que, en estos momentos, solo podemos decir que será bastante diferente a la que hemos conocido, sin avanzar mucho más sobre cómo, de qué forma y cuáles serán sus implicaciones. Pero sí podemos decir que, a diferencia de toda la historia del ser humano, las palancas científicas y tecnológicas que hemos mencionado nos están impulsando “hacia allí” a una velocidad tal que el cambio es inaprensible.

Este fue, y es todavía, el territorio del primer tema de la Red Fractal. Seguimos pensando que la creación de conocimiento en red sobre los aspectos mencionados, así como la experimentación mediante procesos de trabajo colaborativo en red, sin fronteras de especialización sino las que determinan la preocupación, el interés y la necesidad de los ciudadanos, abren las puertas a un modelo alternativo de comunicación social de la ciencia y la tecnología que, simplemente, no conocemos todavía, aunque hablamos de él todos los días.

El segundo fragmento existencial de la Red Fractal que teníamos preparado era: “¿Volvemos al huerto?”

Otro día se lo explicamos.

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Equipo de la Red Fractal.
Director del proyecto: Luís Ángel Fernández Hermana.
Coordinador: Rafa Martín.
Responsable de contenidos: Isa Troytiño.
Responsable de programación: Miquel Ferrera.